
No soporto a Mamet. Venero a Mamet. Las dos cosas. Sus guiones me ponen de los nervios, sus obras de teatro me importan tres pepinos y su señora me sobra. Pero sus opiniones me parecen interesantísimas. Y además, lo cual no es demasiado habitual, están muy bien argumentadas. Es paradójico, y casi humorístico, que sus hechos vayan muchas veces en contra de sus dichos. Muchos de los desmanes y errores que critica en su ‘Theatre’ (traducido aquí como “Manifiesto”. ¿Ein?) podrían detectarse en su propio trabajo. También es cierto que otros no, nunca, y que su defensa de un teatro comercial, capitalista y popular es muy necesaria. Aunque él, gustándole o no, a veces se haya convertido en todo lo contrario, en una coartada snob para que gente como yo vaya a un teatro público a ver una producción subvencionada, protagonizada por actores televisivos desesperados por conseguir algo de respeto y dirigida por algún visionario que opina que el juego de luces del escenario es más importante que el texto.
Le regalaría este libro a muchos directores y actores españoles. Les bajaría mucho los humos. Sus fieras críticas contra el Método o el Actor’s Studio harían a más de un actor de mierda (pero éxito) pensárselo dos veces antes de volver a regalarnos alguna interpretación de vergüenza ajena (pero éxito). David Mamet es uno de esos intelectuales gruñones a los que envidio, por gruñir con tanto talento. Aunque como autor de ficciones testosterónicas y maniqueas me caiga fatal.
Francisco
5 septiembre, 2011
¡Hola! Llevo leyendo tu otro blog desde que empezó en elmundo.es, luego me enteré de la existencia de tu twitter y ahora este blog 🙂 Me gusta el título y me ha gustado también el post sobre Rick Owens.
Espero que esta nueva aventura dure tanto como las otras.
energumenosnob
11 septiembre, 2011
¡Gracias! A ver si es verdad y dura…